EL CASTILLO, ABIERTO POR AMOR

El edificio, cuya reforma acabó en 2020, acogió el pasado fin de semana la celebración de su primera boda civil. La intención del Ayuntamiento es ofrecer esta fortaleza medieval para realizar este tipo de eventos, además de otros culturales y lúdicos.

El Castillo de Ablitas fue levantado en el siglo XII como baluarte defensivo del Reyno de Navarra frente a la amenaza de invasión procedente de Aragón y Castilla. Era pues una fortaleza construida para la guerra que ahora, 9 siglos después de su construcción, ha abierto sus puertas..., por amor.

Y es que el Castillo, cuya restauración concluyó en 2020, acogió el pasado fin de semana la celebración, por primera vez, de una boda civil. Fue la del ablitero Iván Enciso Ruiz y la murchantina Naiara Ruiz Orta -tienen una hija, Valeria, de 8 meses de edad-.

La ceremonia, a la que asistieron un centenar de invitados, fue oficiada por el alcalde en funciones, Carlos Bonel. Él mismo, amigo de la pareja, propuso a los contrayentes celebrar la boda en el Castillo ya que el objetivo del consistorio es abrir la fortaleza a este tipo de eventos.

La boda se celebró en las galerías subterráneas del baluarte. El Ayuntamiento se encargó de colocar las sillas para los invitados a lo largo de la bodega abovedada, y de cobrar a los novios la cuota de 150 € establecida para aquellas parejas de bodas civiles que optan por celebrar la ceremonia en algún lugar distinto a la Casa Consistorial.

LOS NOVIOS, ENCANTADOS
Esta ‘prueba piloto’ no pudo ser más satisfactoria tanto para el Ayuntamiento como para los novios. Y eso que la pareja reconoció que la propuesta del alcalde les despertó sensaciones encontradas. Así, mientras que al novio le hacía “mucha ilusión” casarse en el Castillo, el principal emblema de su Ablitas natal; a la novia le pareció “una auténtica locura”. “Pero todo salió de maravilla”, aseguran.

“Ese escenario tan especial le dio un toque muy bonito y original a la ceremonia. Todos los invitados, tanto los de Ablitas como los de Murchante, nos dijeron que les había encantado”, señalan los recién casados, quienes son conscientes de que, de alguna forma, “hemos pasado a la historia de Ablitas y su Castillo siendo los primeros en casarse entre sus muros o, al menos, los únicos de los que queda constancia escrita”.

BODAS, CATAS, VISITAS...
Desde que en 2020 concluyó su restauración integral, el Castillo de Ablitas ha acogido varias visitas guiadas, celebradas en fechas puntuales, organizadas por el Ayuntamiento con la colaboración de la Asociación Patrimonio Ablitas. “Gracias a la labor de esta entidad hemos podido mostrar a vecinos y visitantes el tesoro que tenemos con esta fortaleza”, explica el alcalde Carlos Bonel, quien apunta que la intención del consistorio es establecer un calendario fijo de visitas a lo largo del año.

Pero el Ayuntamiento quiere ir más allá convirtiendo el Castillo en escenario de distintos eventos “aprovechando todas las posibilidades que ofrecen sus galerías subterráneas y el mirador desde el que se contempla una panorámica única del Valle del Queiles”.

“Hace unos meses celebramos una cata de vinos y pinchos; ahora hemos acogido la boda de Naiara e Iván...; y tenemos pensado hacer un concierto lírico en las bodegas y una velada de observación de estrellas en verano. El mejor modo de conservar este tipo de monumentos es llenándolos de vida, y tenemos muchas ideas para conseguirlo”, asegura Bonel.

Fotos cedidas por Naiara Ruiz Orta e Iván Enciso Ruiz.

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